Gloria Simonetti


La niña que sí sabía cantar


La artista celebra 40 años de carrera con gira y nuevo disco. Hoy prepara además un proyecto tributo a los grandes músicos nacionales, el que incluirá un disco y un show en vivo donde los instrumentos serán los protagonistas.


Por Francisca Moreno Schwerter


Su voz sigue tan clara como cuando ganó el Festival de Viña del Mar en 1969 y tan guapa como siempre. Es que los años no pasan por Gloria Simonetti, la experiencia parece sumarle vitalidad; lo que se evidencia en sus ojos, en la manera en que habla entusiasmada de sus proyectos tras cuarenta años de carrera.


¿Cómo ha logrado mantenerse vigente si nunca dejó Chile y hace diez años que no cuenta con un sello discográfico? ‘Si los artistas no son capaces de autogestionarse o encontrar quien los produzca se caen fuerte, tienes que llegar a grabar un tema. La diferencia está en que ahora puedes grabar sólo uno, llevarlo a la radio y darle el palo al gato’. Para ella, el contacto con el público es fundamental, ya que ‘Chile es un país Light, lo que pasa hoy se olvida mañana’.


En julio terminó su gira nacional “40 años de Gloria”, la que fue comprada por privados y que de otra forma ‘no lo hubiera hecho jamás’. Tiempo en el que pudo reencontrarse con su público, ‘la gente te lo agradece’, ya que ‘en Chile no hay muchos lugares donde presentarse’. En todo caso, nada le ha impedido grabar más de 25 álbumes, obtener todos los premios de música popular del país y varios galardones internacionales.


En el pináculo de su carrera tuvo la oportunidad de irse a México y comenzar una proyección internacional en un mercado mucho más amplio. Sin embargo, rechazó la propuesta porque se acababa de separar de su primer marido, Cristián del Campo. En ese entonces el hijo de ambos, Cristián, tenía un año y medio y no quiso que creciera lejos de su padre. Cuenta con humor que ‘si hubiera sabido que mi único hijo se haría sacerdote, probablemente habría aceptado ir a México’.


Su voz es una marca registrada, ‘hay que seguir con el estilo propio hasta morir, pero hay que refrescarse’. Gloria cree que los artistas jóvenes deben buscar alternativas, diferenciarse y que ‘si tienen proyecciones de hacer carrera con la música, tienen que irse del país’. Es importante ‘hacer cosas distintas, llamar la atención, pero hacer carrera. Acá en Chile te presentas en tres lados y se acabó la promoción; afuera hay un mundo de posibilidades’.


Actualmente tiene su propia Academia de Canto que lleva su nombre, en Viña del Mar. Y, recientemente, lanzó una nueva placa con un compilado de grandes éxitos y dos temas compuestos para ella por Daniel Guerrero. Pero la artista no para, ya que tiene un nuevo proyecto en el que busca reunir a los grandes músicos nacionales en una misma producción.


‘Gracias a ustedes’ se llama el proyecto tributo a los músicos, ‘quienes acompañan, que están detrás; ahora yo los acompañaré a ellos’. La intérprete los invitó a realizar un disco y una puesta en escena, que incluirá alrededor de 20 temas conocidos, con las versiones particulares de cada artista, entre ellos Ángel Parra y Marcos Aldana.

Gloria es la comprobación de que en Chile se puede, pero con perseverancia e innovación. Cuesta creer que fue abucheada la primera vez que subió a la Quinta Vergara en 1968, cuando comenzaba su carrera profesional. En la ocasión, al compararla con Luz Eliana, una periodista tituló: "Luz Eliana, una niña que canta bien; Gloria Simonetti, una niña bien que canta". Aún así, obtuvo el segundo lugar y al año siguiente ganó el certamen musical con Mira Mira, de Scotty Scott. Gloria sí sabía cantar.


Ricarte Soto, periodista:


‘La gente no quiere programas culturales’


De criticar a la farándula pasó a ser opinólogo, lo que le permite vivir cómodamente y seguir haciendo lo que más le interesa; escribir sobre política.


Por Francisca Moreno Schwerter


Es la comprobación empírica de que la vida da muchas vueltas y que lo que se da hoy por supuesto no siempre es acertado. Cómo es que un tipo con fama de serio, un comentarista político, con años de experiencia en Chile y en el extranjero, pasa a ser el rostro que las amas de casa relacionan como la crítica farandulera de las mañanas.


No se puede negar que este caballero, con pinta de señor respetable, tiene un carisma impresionante. Puede ser la voz de radio, con ese acento característico, su solemne aire intelectual, su madurez o sus frases agudas, pero es algo que en definitiva resulta irresistible para su fiel audiencia, un je ne sais quoi.


A los 56 años, Ricarte Soto ha aceptado los privilegios de su vida actual. ‘En los últimos tres años aprendí que tengo que asumir mis contradicciones, no es blanco ni negro; vivo en un gris’. De criticar a la farándula pasó a ser opinólogo, lo que le permite vivir cómodamente y seguir haciendo lo que más le interesa; escribir sus columnas de política.


Ricarte es mateo, lee a diario gran parte de la prensa española y argentina, así como toda la francesa y chilena; ve poca televisión, pero está siempre informado de la actualidad en el mundo del espectáculo. Requisitos para él indispensables a la hora de realizar todas sus actividades; no sólo televisivas, sino que como profesor universitario, comentarista político y crítico de espectáculos.


Trabajó 17 años en la radio francesa y luego diez en Chile, en la Radio Monumental, una AM que, como tantas, desapareció con el auge de la Frecuencia Modulada. ‘Golpeé las puertas de todas las FM, pero ahora buscaban rostros de televisión para conducir programas radiales’.


Sin embargo, todo cambió cuando ‘me invitaron a un programa estelar para hablar en contra de la farándula y me comenzaron a llevar al Buenos Días a Todos, ahí hacía comentarios de lo humano y divino’. Entonces vino la oportunidad, le ofrecieron quedarse, pero para hablar de farándula y espectáculo.


‘Tenía que asumir que la gente, al revés de lo que aparece en las encuestas del Weekend y del Consejo Nacional de Televisión, no quiere programas culturales; lo que queda de manifiesto en los índices de audiencia’. Tiene su propia teoría y ha encontrado la justificación en la realidad histórica del fenómeno televisivo, ya que ‘su rol siempre fue de entretención, si en Chile se inició en las universidades fue porque era la última salida para que el presidente Jorge Alessandri, que la encontraba negativa, la aceptara en el país’.


En Chile, ‘no se enseña a los jóvenes a consumir televisión o Internet. Hay un consenso casi absoluto de que la educación es mala; entonces, hay que suponer que los telespectadores son malos. Los profesores no inculcan curiosidad, no hay estímulo para leer un libro, no se le puede pedir más al público’.


‘El sistema de educación en Chile está dirigido a una masa amorfa, de millones de personas que se contentan con consumir lo más fácil’. Sin embargo, encuentra la recompensa en que ‘de todas las personas que ven el programa, te escriben veinte para contarte que fueron a ver la película que comentaste’.


Ricarte Soto tiene dos polos. Uno, es el hijo del cineasta Elvio Soto, quien le dejó una gran herencia intelectual. Y el otro es, como le dijo alguna vez el ex intendente y ex presidente de su partido (el PPD), Víctor Barrueto, ‘un personaje medio raro’. Pero que confiesa lo ha protegido; ambas personalidades se han mantenido separadas, beneficiándose la una de la otra.

Junio 2008


Sexualidad adolescente

Nadie les dijo que podían optar

La abogado y cientista familiar María de los Ángeles Fernández habló de las dificultades para transmitir valores a las nuevas generaciones; para lo cual es necesario crear un orden, establecer conceptos y tener en cuenta que si los padres no educan la sexualidad de sus hijos lo harán otros.

Por Francisca Moreno Schwerter


En general, los padres coinciden en que educan a sus hijos para que sean felices. Sin embargo, cuando crecen y se convierten en ‘potenciales reproductores’ todo cambia. ‘Es tanto el miedo que tenemos al embarazo adolescente y a las infecciones, que todo el mensaje de la sexualidad humana se reduce a un llamado a protegerse del otro. Pero créanme, uno puede forrarse entero, pero no hay condones para el alma. Y es el alma de nuestros hijos lo que nosotros tenemos que educar’.

Hoy existe una patente diferencia generacional entre padres e hijos, tan grande que no da espacio a una educación implícita en las reglas, se ha perdido el orden y la voluntad en los jóvenes. El mundo es distinto, postmoderno, globalizado y bombardeado de información; los padres deben adaptarse a él para acercarse a sus hijos, teniendo claro que se educa en base a ideales, a la verdad y no desde los logros personales.

‘Nosotros sabíamos lo que las cosas significaban, sabíamos perfectamente lo que nuestros padres querían de nosotros. Teníamos un orden; esperaban que tuviéramos amigos, pololeáramos, nos pusiéramos de novias (los permisos eran muy diferentes si eras polola o novia), después que nos casáramos y tuviéramos hijos. Este orden a veces se alteraba, pero con plena conciencia de ello; teníamos súper claro que si metíamos el pololo a la pieza, el papá y la mamá no lo aprobarían’.

‘Cuando desaparece el orden. No hay verdades totales, nos obliga a ser más completos, a conversar con nuestros hijos y definir conceptos, porque les aseguro que el concepto de pololeo que tenemos nosotros es muy distinto del que tienen nuestros hijos. Por ejemplo, en un curso de niñas de 14 años, en que uno esperaría que por lo menos algunas pololeen, no lo hacían, porque decían que les daba asco, convencidas de que implicaba prácticas de sexo oral. Nadie les dijo que no era necesario, nadie les dijo que podían optar’.


La juventud de hoy no espera a nadie, ‘las niñitas salen entre ellas y bailan solas; si un chico las pasa a buscar, lo más probable es que le pinche el celular y que no se baje a tocar el timbre para presentarse’. La sociedad actual no está entregando ejemplos de lo bueno, por lo que son los padres los llamados a ser honestos con sus hijos, a ser referentes de la verdad.


‘Lo que nuestros papás no necesitaron decirnos nosotros sí’. Es necesario mandar mensajes claros. ‘Va saliendo la niñita con el pololo y uno le dice pórtese bien, no haga tonteras; uno quiere decirle con eso que no tome, que no se sobrepase con las caricias, que no tenga relaciones sexuales; pero en estos momentos una gran parte de nuestra población puede entender que portarse bien es, si tiene relaciones sexuales, no olvidarse de pasar por el consultorio a buscar la píldora del día después’.

Para saber qué es lo verdadero en un mundo tan complejo hay que tener claro que ‘lo único traspasable es la experiencia del amor; los gustos personales no lo son, pero sí la experiencia de la dignidad humana, el reconocimiento del otro frente a mi y con la misma naturaleza mía, esos son los valores morales y sólo así se es capaz de amar’.


Lo concreto
:
  • Se debe contestar lo que están preguntando y devolver la pregunta: ¿Qué crees tú? ¿Por qué lo preguntas? ¿Qué sabes al respecto?
  • Hablar con la verdad. Saber qué le quiero decir, no buscar excusas, hablar de lo bueno, hablar desde el yo.
  • Esperar y aprovechar el momento oportuno para hablar y así conocer la opinión de los hijos.
  • Oír activamente. Tratar de entender al otro y tener en cuenta que se habla con un adolescente, no con un adulto.
  • No mostrar la sexualidad como algo biológico; mostrar que es mucho más; somos seres intelectuales espirituales capaces de decidir, con la necesidad profunda de amar y de ser amado.
  • Nuestra conducta afecta a otros; trabajar con la reversibilidad (¿te gustaría que los otros te traten como tu los tratas?) y la universalidad (¿que pasaría si todos hicieran lo que tu haces?)
  • No dar mensajes dobles; ‘me encantaría que no tuvieras relaciones sexuales y adhirieras al ideal de la virginidad, pero entiendo que es tan difícil en estos tiempos, que lo único que te pido es que uses condón’. El adolescente no entiende que se quiere de él y se justifican diciendo que nadie les dijo nada, que nunca pensaron que a sus padres les importara.
"Cómo hablar de sexualidad con los jóvenes y lograr que nos escuchen" es el nombre de esta exposición, dictada en el marco de las Charlas para la Mujer de la Municipalidad de Vitacura. María de los Ángeles Fernández es abogado y cientista familiar, actualmente se desempeña como Directora Ejecutiva del proyecto ‘Ruta del Amor’, que capacita a profesores de escuelas municipales y particulares subvencionadas sobre temas de sexualidad.

Abril 2008

Día Mundial del Libro y el Derecho de Autor

¿Qué leen y escuchan los chilenos?


Por Francisca Moreno Schwerter


En el marco de la celebración del Día Mundial del Libro y el Derecho de Autor, que recuerda a Miguel de Cervantes y William Shakespeare, ambos fallecidos el 23 de abril de 1616, se han organizado diversas actividades culturales a lo largo del país, entre los que destacan la Feria del Libro de la Plaza de Armas, que estará abierta hasta el 28 de abril y la entrega del Maletín Literario por parte del gobierno.

En general, las personas se quejan del alto costo que tienen tanto los libros como la música en Chile, con ello justifican el consumo pirata y las descargas que masivamente se realizan desde la Internet. Sin embargo, por la misma razón, consideran a un original como un producto de gran valor y prácticamente un lujo, por lo que es posible observar prejuicios a la hora de entrar a una librería y se tiende a adquirir best sellers y lo que recomiendan los medios.


Eduardo Jara, encargado de ventas de Feria del Libro, señala que los principales compradores son mujeres, personas de edad y gente que trabaja; los jóvenes en tanto, tienden a adquirir textos que necesitan para el colegio o la universidad. El público suele comprar éxitos de venta y ejemplares de autoayuda, los “que se han convertido en un boom desde hace un par de años”.

Si bien se pudiera pensar que los medios masivos han quitado espacio a la lectura, son ellos también los que les hacen propaganda. “El chileno es muy influenciable, nos pasa que mencionan un libro en un programa de televisión y se transforma en un fenómeno, así ocurrió con ‘El Alquimista’, de Paulo Cohelo, cuando Cecilia Bolocco dijo que era el libro que más la había ayudado”; explicó que el problema está en que si bien todo comienza como un dato, cuando los medios recogen un título suele ser al final, cuando ya no quedan copias en stock; “la gente piensa que son libros que acaban de salir”.


El dueño de la librería ‘¿Qué Leo?’, Juan Carlos Fau, dice que al menos en el sector Oriente, se lee mucha novela, en especial de autores norteamericanos y europeos, y que las ventas de autores nacionales corresponden a un 30 ó 40%. Pero son los best seller los con mayor éxito; “todo lo que vende Shiver, Carver, Ford, Paul Auster, no tiene nada que ver con lo que vendo de Isabel Allende”, lo que es consecuencia de la falta de información que tienen las personas.


“La prensa especializada recomienda libros difíciles de conseguir y la gente en general no lee los suplementos tampoco, una gran diferencia con el público en Argentina es que la literatura es parte de la conversación diaria”. Para Fau la mejor forma de incentivar la lectura es transformándola en tema, comentando los libros que uno haya leído, “hacer que el otro se sienta ignorante, idiota porque no ha leído nada, la gente casi no se avergüenza… no lee, no va al cine, no compra el diario y le da lo mismo”.

La juventud pareciera estar cambiando esta tendencia, con un mayor acceso a viajar pueden darse cuenta de que las librerías son un espacio mucho más cotidiano e integrado que de donde vienen, “las personas de otros lugares entienden los libros como un medio de comunicación más”. Cuenta que en Chile la gente le tiene miedo a entrar a las librerías, ya que son poco acogedoras y no existe el interés por orientar a los clientes.


El error estaría en que las librerías se venden como un producto de elite, de cultura y no de entretención, “si tuvieran toda la publicidad gringa que tienen las películas sería distinto, si hubieran trailer de libros en televisión se leería mucho más”. Agrega que en Chile “la cultura tiene un karma horrible, es equivalente al bostezo; en Argentina, cultura es la vedette, el circo, etcétera. Acá hay una polarización con barreras muy rígidas, o vas sólo al cine arte o sólo al Hoyts”.

Desde el lunes comenzó a entregarse el ‘Maletín Literario’, el que incluye nueve libros y un diccionario enciclopédico; para Juan Carlos esto tiene un objetivo más populista que cultural, ya que “son votos para la Concertación”, lo positivo está en que se produce un acercamiento al objeto libro. “Las políticas de gobierno se basan en estimular la lectura de los más pobres construyendo bibliotecas y no fomentando el interés, la búsqueda de títulos o autores. El círculo de la desigualdad se mantiene. En los colegios públicos se opta por lo mismo de siempre, Martín Rivas por ejemplo, un excelente libro chileno, que muestra una época determinada, pero que está muy ajeno a la realidad del que lee; en cambio, en el Sait George dan ‘Mister Vértigo’ de Paul Auster y los jóvenes se compran cuatro más del mismo autor, hay una cercanía”.


Algo similar sucede con la música, al igual que la literatura se ha visto afectada por la piratería, pero en mayor medida. Marcelo Garcés, jefe de tienda de Feria del Disco, indica que si bien no se ha desvalorizado el producto original, ya que un disco sigue siendo un producto muy apreciado, pero como su precio rodea los nueve mil pesos, la gente, en general, prefiere la opción más barata y no toma en cuenta la calidad, la garantía y los derechos de autor, “como chilenos no valoramos el trabajo de otras personas”.


Al igual que con los libros, las personas se ven fuertemente influenciadas por los medios a la hora de elegir, es por eso que en los principales puestos de los rankings es posible ver las placas de ‘Amango’, el exitoso programa juvenil de Canal 13; el nuevo trabajo de Carla Bruni, la mujer del presidente de Francia, Nicolás Sarcozy y a Edith Piaf, cuya película biográfica estuvo hasta hace poco en cartelera.


En cuanto a la literatura los títulos de best sellers en Chile responden al mismo fenómeno, según la revista ‘Artes y Letras’ de El Mercurio, los más vendidos son ‘Un mundo sin fin’, la continuación del éxito de ventas por dos décadas ‘Los pilares de la tierra’ de Ken Follet (el que se encuentra en quinto lugar de la misma lista); ‘Harry Potter y las reliquias la muerte’, que lleva ya diez semanas en los primeros puestos y las últimas novelas de Marcela Serrano con ‘Mil soles espléndidos’ e Isabel Allende con ‘La suma de los días’.

Septiembre 2007

Conchalí Big Band:

Una escuela de música

La orquesta se ha presentado más de 300 veces ante público nacional y extranjero ante unas 200.000 personas. Actualmente la banda cuenta con 17 integrantes, pero en su escuela se forman muchos más.

Por Francisca Moreno Schwerter

La Conchalí Big Band es una banda de Jazz conformada por jóvenes de entre 12 y 20 años. Pero es más que eso, porque también es una Escuela de Música. El taller, que depende de la Corporación Municipal (CORESAM), entrega a los niños conocimiento teórico y práctico necesario para tocar un instrumento, todo gratuitamente. El único requisito es estudiar en la comuna.

La escuela cuenta con un Plan de Estudios Musicales dirigidos al trabajo como Orquesta. Los 96 niños y jóvenes que actualmente asisten a clases no tenían conocimientos anteriores. Son instruidos en Teoría e Historia de la Música, Armonía, Improvisación y en un instrumento específico: contrabajo, batería, piano, guitarra, saxofón, contrabajo, trompeta, trombón y bajo.

El Jazz nació de la fusión de ritmos y cánticos africano-caribeños conservados por la población negra estadounidense con formas musicales europeas. Aparece a fines de los años veinte en tiempos de la Ley Seca en Estados Unidos. Sus orígenes están en las work’s songs o cánticos de los esclavos, los espirituales y el blues. Se caracteriza por la improvisación, en la que se crean variaciones melódicas sobre una base armónica dada. El Jazz fue influenciado a través de los años, dándole siempre vigencia; a fines de los treinta con el swing, en los sesenta agrega diversos elementos étnicos y en los setenta instrumentos eléctricos.

La Conchalí Big Band tiene en su repertorio el más variado abanico de estilos y épocas del Jazz. Desde Glenn Miller y Count Basie hasta The Brecker Brothers. Los cinco saxofones, cuatro trompetas, cuatro trombones, piano, guitarra, bajo y batería son dirigidos por Gerhard Mornhinweg, quien hace ya varios años es su guía y profesor. No es fácil para estos jóvenes seguir su vocasión; Conchalí es una comuna pobre y muchos de sus habitantes están en riesgo social. La banda incluso ha sido víctima de robos, pero nada los ha detenido.

Con el tiempo han recibido el apoyo necesario para cultivar las artes musicales. En primer lugar por parte de las autoridades municipales, que vieron en la iniciativa una forma de alejar a la juventud de las calles y sus peligros. Luego, el respaldo de las familias que, si bien no siempre comprenden el interés de sus hijos, han podido apreciar sus avances y ser testigos de la influencia positiva de la orquesta.

Los logros han sido abundantes. Ya se ha presentado más de 300 veces y ha realizado 12 giras nacionales desde Iquique a Quellón. Además, ha representado exitosamente a su comuna y a Chile en Brasil, Alemania, Suiza e Italia. A través de sus conciertos y presentaciones televisivas se han transformado en un sólido difusor del Jazz en el país.

A fines de septiembre comienzan un nuevo ciclo de presentaciones en la capital. El primero es el jueves 20 en la Escuela Moderna de Música; el tres de octubre en el Instituto Goethe y el seis en la Sala SCD.

Septiembre 2007



Medicina Mapuche:


La persona en todas sus dimensiones


El 10% de la población de La Pintana es mapuche. Muchos de ellos prefieren la medicina intercultural. Más de 200 pacientes atiende don Manuel Lincovil, el machi del consultorio Santiago de Nueva Extremadura.


Por Francisca Moreno Schwerter


Los pacientes entran y salen con botellas llenas de líquidos humeantes. Cada uno debe traer una muestra de orina tomada en ayunas y dejarla junto al canelo, árbol sagrado en la tradición mapuche, el que consideran como uno con el machi. Es él mismo quien sale cada vez a llamar a sus pacientes, quienes lo esperan horas afuera de su consulta.


Manuel Lincovil atiende hace seis años en una ruca instalada en el estacionamiento del consultorio Santiago de Nueva Extremadura, ubicado en la estigmatizada población El Castillo de la Pintana. La comuna es pobre y carece de hospitales propios, por lo que las personas reciben atención primaria en sus seis consultorios.


El proyecto de medicina intercultural de La Pintana se formuló en 1998. En él participaron la escuela de enfermería de la Universidad Católica, el municipio y las organizaciones indígenas de la comuna, un sector que representa el 10% de su población. Para conseguir los recursos necesarios (unos tres millones de pesos de la época) postularon a fondos concursables en Canadá. El año 2000 se los dieron. Fue en ese momento que, las asociaciones indígenas, se acercaron a don Manuel para que llevara a cabo la ejecución del proyecto.


“Cuando hablaron conmigo querían que atendiera en el consultorio, pero un machi no puede trabajar en un cuatro por cuatro como un médico”. Lincovil pidió un “lugar adecuado”. Además, el proyecto contemplaba que el machi sólo haría diagnósticos de los pacientes. “No sirve de nada decirle a alguien qué tiene y no hacerle un seguimiento; es una burla para el paciente”. Nada de esto estaba considerado en los fondos, pero el municipio se hizo cargo de la construcción de la ruca y de las hierbas necesarias para los medicamentos.


Nadie sospechó el éxito que tendría la iniciativa. “A la inauguración asistieron el embajador, un ministro y dos senadores canadienses y de acá sólo vino el alcalde”. Sin embargo, se le dio tanta cobertura mediática a la iniciativa que “la primera semana estábamos llenos, llamaba gente de todo Chile y de otros países también; nadie se explicaba por qué”.


Para él, la diferencia está en “pensar en la persona”. Explica que los médicos no tienen cercanía con sus pacientes y que a muchos no les da confianza. Todos los aspectos de la persona deben ser tomados en cuenta. “Mucha gente vive llena de problemas, no tiene qué comer, el marido es borracho y lo único que quieren es que alguien las escuche y las tome en cuenta como personas”. Agrega que parte esencial del tratamiento son la risa y la familia, “acá conversamos, bromeamos, se quiebra el esquema”.


Es evidente que existe una perspectiva distinta, la relación médico- paciente es simétrica y son tomados en cuenta aspectos de la vida personal de los enfermos. La confianza con el paciente parece ser lo fundamental, que se abra. Lincovil es un personaje carismático y amable, un verdadero filántropo. Advierte que para entender la medicina intercultural debe conocerse la cultura mapuche. Explica que un machi no se hace, se nace y que es un don ineludible, una vocación que lo obliga a ayudar. Además, cree que no puede separarse el cuerpo del alma, la persona, para sanarse, debe estar bien en todas sus dimensiones.